miércoles, 8 de agosto de 2018

U2_S5_A2

Actividad 2. Análisis y abstracción de información


TEMA: La migración como consecuencia de la marginación económica

Descripción el tema:
El problema migratorio en nuestro país, es consecuencia de la desigualdad del desarrollo económico y malas políticas sociales que centralizan los recursos y marginan a la principal clase social de México “los pobres”. Muchas zonas rurales de México han sido prácticamente abandonadas por sus pobladores que han partido a los Estados Unidos en busca de oportunidades de empleo, para poder tener una mejor calidad de vida y brindarles apoyo a sus familiares que se quedan en México.

Antecedentes del tema: La migración es un movimiento recurrente en todas las sociedades y en todas sus manifestaciones, sin embargo, la tasa migratoria actual en el país es alarmante, además, del impacto que ésta tiene en situaciones de carácter político, económico y social a nivel nacional e internacional.

Marco teórico:

MOTIVACIONES DE LA MIGRACIÓN DE MEXICANOS HACIA ESTADOS UNIDOS
Nelly SALGADO DE SNYDER


III. CAUSAS, CARACTERÍSTICAS Y EFECTOS DE LA MIGRACIÓN A ESTADOS UNIDOS

La migración se ha convertido en un problema real que afecta de manera importante a los dos países, tanto en el ámbito nacional como internacional. Varios autores se han dado a la tarea de identificar y clasificar los factores que parecen determinar la migración de mexicanos a los Estados Unidos. La mayoría coincide en señalar que una de las causas más importantes que contribuye a la permanencia de este fenómeno es la económica, aunque no deja de considerar la existencia de otras motivaciones (Gastelum Gaxiola, 1991; Castillo Girón, 1995; Cockcroft, 1988; Trigueros y Rodríguez, 1988; Winnie, 1984).

La migración laboral de mexicanos a los Estados Unidos implica la existencia de dos actores cuya identidad surge del sentido laboral y de la relación que se establece entre ellos: el migrante mexicano que ofrece su fuerza de trabajo y el patrón estadounidense que paga por ella (Bustamante y Martínez, 1979; Bustamante, 1996). También implica la existencia de un mercado de fuerza de trabajo internacional, ya que el inmigrante procede de un país diferente. Esta relación, según propone Bustamante (1996) se da en el contexto de un mercado imperfecto en el que el salario no es determinado por la interacción de la oferta (inmigrante) y la demanda (patrón), sino por una asimetría de poder que se manifiesta en la relación de trabajo entre los patrones (de un país) y los empleados (de otro país). En este contexto, el migrante mexicano internaliza culturalmente la figura del patrón estadounidense, quien da sentido a su conducta migratoria.

Debido a la intensidad de su trabajo, con el paso del tiempo los emigrantes ven su capacidad productiva “desgastada” en una etapa relativamente temprana de sus vidas, y después son descartados y marginados de la sociedad, reemplazándoseles por nuevas oleadas de inmigrantes más jóvenes. Crockroft (1988) indica que un número indeterminado de inmigrantes muere o se incapacita en el curso de sus viajes y trabajo, y que su contribución a la economía estadounidense no sólo no es reconocida, sino que se les culpa por desplazar mano de obra local. Sin embargo, se ha documentado que, en la mayoría de los casos, los trabajadores mexicanos no desplazan la mano de obra norteamericana porque corresponden a un mercado de mano de obra cuyas reglas no son aceptables para los trabajadores estadounidenses. Cuando un patrón norteamericano contrata indocumentados, no crea plazas para cualquier trabajador, sino para aquéllos que están en condiciones altamente vulnerables y explotables, como los trabajadores indocumentados.
Factores de rechazo y atracción

Las variaciones que ha sufrido el proceso migratorio a través de los años han dependido en gran parte de las características estructurales que prevalecen en las comunidades de origen y destino, y que dan forma a los factores de rechazo y atracción en ambos lados de la frontera. Situaciones políticas, económicas y sociales, como la crisis económica de México en 1994 y la reciente implementación de la nueva Ley de Migración en Estados Unidos, se han reflejado en cambios no de fondo, sino de forma en relación con la conducta migratoria. Así, se observan cambios en las respuestas a las siguientes preguntas ¿quiénes emigran? ¿cuándo emigran? ¿de dónde emigran? ¿por dónde emigran? ¿hacia dónde emigran? etc.

Sin lugar a dudas, lo único que se ha mantenido constante a través de los años y que parece no ser modificado por factor alguno es el volumen, la continuidad y la permanencia del flujo migratorio. Las redes de apoyo con que cuentan los emigrantes son fundamentales para apoyar y aumentar el flujo migratorio, ya que las personas que forman parte de estas redes en Estados Unidos facilitan de manera significativa el movimiento humano entre los dos países.

Debido a que los emigrantes son seres humanos involucrados en una serie de relaciones interpersonales, la migración llega a ser un fenómeno vinculado con las estrategias económicas de la familia. Los cambios en la percepción de los individuos y en la organización de la comunidad alientan más la emigración y, con el tiempo, ésta se convierte en un fenómeno independiente de los factores estructurales que la causaron.

(NELLY SALGADO DE SNYDER, 1994)

Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv
DR © 2002. Instituto de Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de México Libro completo en: https://goo.gl/a1xhp9

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